Uso de protector o escudo facial reduciría en más del 90% el riesgo de contagio por Covid-19
Los escudos faciales, capaces de proteger los ojos y evitar que las personas se toquen innecesariamente el rostro en época de pandemia, reduciría en más del 90% la transmisión del nuevo coronavirus. Así lo ha demostrado una reciente investigación publicada en la revista británica ‘The Lancet’ y estudios de las universidades de Nueva Gales de Australia y Leipzig de Alemania.
El doctor Mario Izquierdo de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa sostuvo que este meta análisis incluyó 13 estudios y encontró que la careta constituye una franca barrera física porque cubre desde los ojos hasta por debajo del mentón, obteniendo una protección del 94.5%, cifra que se incrementaría aún más debido al uso obligatorio y adicional de la mascarilla.
Izquierdo explicó que las gotas respiratorias que una persona expulsa al toser o estornudar alcanzan aproximadamente los 2 metros y caen al suelo, pero las gotas más pequeñas o aerosoles son capaces de llegar más allá de esa distancia, mantenerse un mayor tiempo en el ambiente sobre todo si no hay ventilación y caer en diversas superficies.
«Por tanto, una adecuada prevención implica la protección de las vías respiratorias (nariz y boca) y la mucosa conjuntival (ojos) por donde ingresa el virus, sobre todo cuando se acude a lugares con alto flujo de personas, como mercados, centros comerciales, transporte público, bancos u hospitales”, remarcó.
El médico precisa que el escudo facial no reemplaza a la mascarilla, tampoco al lavado de manos o distanciamiento físico, pero sí representa una protección adicional, especialmente para aquellas personas con factores de riesgo o que trabajan en contacto con el público, además, imposibilita tocarse el rostro con las manos contaminadas. El Instituto Nacional de la Calidad (Inacal) indicó que, en situación de pandemia, su uso es necesario en complemento con otras medidas de barrera.
La persona debe colocarse el escudo facial luego de lavarse las manos y ponerse la mascarilla, logrando un ajuste cómodo del dispositivo, mientras que el retiro debe hacerse con los ojos cerrados momentáneamente, tocando el arco y jamás la lámina que protege. Su limpieza debe realizarse con agua y jabón para no deteriorar su capacidad protectora y empañar la visión.